El éxito de Heineken radica en los ingredientes: la cebada malteada, el agua, el lúpulo y un pequeño pero importante detalle llamado levadura tipo A. La singular levadura tipo A de Heineken es la responsable del rico sabor equilibrado y las sutiles notas afrutadas que han distinguido a cada Heineken desde el siglo XIX. A lo largo de los años nuestros maestros cerveceros continuaron perfeccionando su artesanía.

Sabemos que la fermentación de la cerveza en tanques horizontales en lugar de verticales estándar crea la presión perfecta para nuestra levadura tipo A. Eso es lo que da a cada Heineken su característico sabor intenso y equilibrado. También hemos aprendido que se tardan 28 días en preparar cerveza de hermoso color dorado. Sin duda es mucho más tiempo que la media, pero preferimos la paciencia y no sacrificar la calidad.

Han pasado 140 años desde que Heineken pudo denominarse una microcervecera. Y si bien estamos orgullosos de que 25 millones de Heineken se sirven cada día en 192 países, nunca hemos olvidado que la calidad no se mide por el tamaño de su marca, sino por la pureza de su cerveza. ¡Salud!